El Ayuntamiento de Madrid ha culminado una emotiva restauración que devuelve la vida a un rincón histórico del Parque del Retiro: el Foso de los Monos. Este emblemático espacio, que fue el hogar de decenas de babuinos durante más de un siglo, se ha transformado en un museo al aire libre, formando parte de la reciente restauración de la Montaña de los Gatos. Esta iniciativa, que busca conservar el patrimonio cultural y natural de la ciudad, ha recibido elogios y reconocimiento por parte de los madrileños y visitantes.
El Foso de los Monos se instaló en su ubicación actual, cerca de la Puerta de Sainz de Baranda del Retiro, en 1830, durante el reinado de Fernando VII. Este enclave histórico es un recordatorio de la Casa de Fieras que abrió sus puertas junto al Jardín Botánico bajo el reinado de Carlos III. Tras un traslado posterior a la esquina del parque cercana a la Puerta de Alcalá, el Foso de los Monos se mantuvo como un espacio de referencia para miles de madrileños, especialmente niños, quienes acudían para observar la vida de los primates y ofrecerles cacahuetes y trozos de pan como gesto amigable.
La Casa de Fieras, que albergaba el Foso de los Monos, cerró sus puertas en 1972, trasladándose al zoológico de la Casa de Campo. Desde entonces, este espacio para babuinos se convirtió en una exhibición decorativa en el Retiro, recordando su papel en el zoológico original y su importancia en la memoria colectiva de la ciudad.
La rehabilitación de este icónico rincón del Retiro ha sido un proceso minucioso y respetuoso con su historia y su arquitectura. El Ayuntamiento de Madrid invirtió un total de 148.575 euros en estas obras, que comenzaron el 16 de agosto y concluyeron el 26 de septiembre. La restauración se centró en preservar los materiales históricos del edificio, que habían sufrido un significativo deterioro a lo largo de los años.
Para revitalizar el Foso de los Monos, se restauraron los suelos utilizando materiales originales y se implementaron soluciones constructivas adecuadas para garantizar la estabilidad de las estructuras, evitando la aparición de fisuras y grietas. Además, se aplicó una pintura transpirable especial en las paredes, permitiendo que los muros respiren y evitando la acumulación de humedad que puede dañar los revestimientos y las pinturas.
El suelo también recibió una atención meticulosa, con la reparación de fisuras y grietas, y una capa de pintura especial de cloro de caucho de alta resistencia para protegerlo de las inclemencias climáticas y el tránsito constante de visitantes.
Los letreros y las figuras decorativas, que habían sufrido una importante oxidación y suciedad, fueron restaurados, al igual que las puertas de acceso al Foso y las interiores. Incluso se actuó en los forjados, eliminando la oxidación y aplicando una capa de pintura protectora.
Este proyecto de restauración en el Retiro es parte de una estrategia más amplia para preservar y destacar los lugares emblemáticos de la ciudad, como la reciente restauración de la Montaña de los Gatos, que ha sido bien recibida por los visitantes del parque. El Ayuntamiento de Madrid busca potenciar el Retiro no solo como un pulmón verde, sino también como un pulmón cultural, educativo y de protección del patrimonio de la ciudad.
Para permitir que los visitantes admiren de cerca el resultado de estas obras de restauración y experimenten la historia viva del Foso de los Monos, la dirección del parque planea habilitar visitas en grupo mediante cita previa. Esto brindará a los madrileños y turistas la oportunidad de conectar con el pasado y apreciar el legado histórico que se ha recuperado en el corazón del Retiro. La rehabilitación del Foso de los Monos es un ejemplo inspirador de cómo la ciudad de Madrid se esfuerza por preservar su patrimonio y su historia, garantizando que las futuras generaciones también puedan disfrutar de su legado cultural y natural.
