El Palacio de Vista Alegre fue originariamente una casa de campo construida por el médico de Carlos IV, en 1.802, para descansar en lo que entonces eran las afueras de Madrid.
La finca tuvo varios dueños, antes de ser vendida a la Reina María Cristina de Borbón, cuarta esposa de Fernando VII, en 1.832.
La finca se convierte entonces en el refugio preferido por María Cristina y el Guardia de Corps Fernando Muñoz, con quien se había casado en secreto.
La reina compró fincas adyacentes hasta completar 50 hectáreas de terreno, destacando el edificio del llamado Palacio Viejo, con tres alturas y edificaciones anexas como El Baño de la Reina, La estufa Grande y Las Caballerizas.
Ordenó plantar 20.000 árboles y arbustos, construir invernaderos y criaderos de aves, así como fuentes y un canal artificial, de casi un kilómetro, a modo de río, actualmente lleno de nenúfares.
También mandó construir el Palacio Nuevo, magnífico edificio de una solo planta que no pudo ver terminado antes de ir al exilio.
La finca fue vendida en 1.859 al Marqués de Salamanca que hizo de ella su residencia habitual hasta su muerte.
Los jardines, perfectamente rehabilitados, y las edificaciones son espectaculares. Un paseo gratuito para las mañanas de Madrid.