El escenario del Teatro Infanta Isabel en Madrid vuelve a brillar con la comedia “La Curva de la Felicidad“, una obra de Eduardo Galán y Pedro Gómez que abre las puertas a un tema universal: la fragilidad y vulnerabilidad del hombre al alcanzar los 40 años, particularmente cuando las relaciones amorosas se tambalean.
Protagonizada por Gabino Diego, Antonio Vico, Jesús Cisneros y Josu Ormaetxe, esta comedia de humor no solo provoca risas, sino que también destaca la dificultad de vivir solo, sin pareja y sin amor. En un diálogo ingenioso y lleno de situaciones cotidianas, la obra aborda las relaciones entre hombres y mujeres, mostrando las complejidades para encontrar la comunicación y la estabilidad en cualquier edad y contexto.
Los autores, Galán y Gómez, ofrecen una visión reveladora sobre la condición masculina a esta edad. Los personajes, aparentemente fuertes pero secretamente vulnerables, despiertan risas y, a la vez, conectan con la soledad y la búsqueda desesperada de amor, a pesar de su resistencia aparente.
“La Curva de la Felicidad” se sumerge en la crisis masculina de los 40 años, donde el protagonista, Quino, se enfrenta a la venta de su vivienda tras la partida de su esposa, un proceso que desencadena una montaña rusa de emociones. Este hombre indeciso y frágil busca evitar la venta de su hogar, aunque en el fondo anhele la reconciliación con su exmujer, anclándose en la inseguridad, la costumbre y la dependencia emocional.
La obra ilustra la lucha interna de Quino al enfrentarse a la venta de su casa, un acto que representa la pérdida definitiva de su pasado con Carmen. Este conflicto se intensifica cuando, presionado por su exesposa, se ve forzado a aceptar la venta, pero su personalidad contradictoria y carente de voluntad lo lleva a firmar acuerdos con tres compradores distintos: Javier, Manuel y Fer.
Estos personajes, cada uno con sus peculiaridades, entran en escena y desencadenan una serie de conflictos hilarantes y giros inesperados que ofrecen una reflexión cómica sobre las relaciones entre hombres de cuarenta años y sus formas de enfrentar la vida amorosa.
“La Curva de la Felicidad” no solo desentraña las complejidades de la crisis de los 40, sino que también se burla de la idea de la madurez como imán irresistible para las mujeres más jóvenes, mientras muestra la realidad de hombres inseguros y frágiles, sumidos en un torbellino de emociones.
En el Teatro Infanta Isabel, esta obra no solo se convierte en una comedia entretenida, sino también en un espejo de las experiencias humanas, presentando situaciones que resonarán con el público, generando risas cómplices y reflexiones sobre las relaciones amorosas y la vulnerabilidad masculina a cualquier edad.
“La Curva de la Felicidad” es un viaje divertido y a la vez conmovedor que invita a reír, reflexionar y conectarse con las complejidades de la vida emocional masculina en un espectáculo teatral que promete dejar una huella duradera en cada espectador.
Con una propuesta ingeniosa, repleta de humor y situaciones reconocibles, esta comedia se erige como un espejo divertido y revelador de las crisis, las contradicciones y los anhelos que definen la vida y las relaciones humanas.
