El traje elegante de James Bond en Skyfall, un submarino en forma de cocodrilo o el rostro sintético de Arnold Schwarzenegger se pueden contemplar de cerca desde el 28 Junio hasta el 22 Octubre en el centro CaixaForum de Madrid. La exposición organizada por la fundación presenta una colección de instrumentos utilizados en el cine y por los servicios secretos para escuchar, vigilar y caracterizar a los espías. Con un total de 270 piezas, el recorrido explora la historia de la relación entre los actores y los espías.
Las piezas, prestadas por la productora de las películas del agente secreto 007, se exhiben en la sala central de la exposición. Entre ellas se encuentran vestuarios de Daniel Craig, quien interpreta al personaje en las últimas cinco entregas, y de Eva Green, una de las últimas chicas Bond. También se muestran bocetos de escenografía, pistolas y una maqueta del helicóptero de Bond. Otra sección de la exposición se dedica al contexto de la Guerra Fría, explorando la época de los agentes dobles y el juego de identidades que también se utiliza en el cine para definir al héroe. Las vitrinas exhiben objetos como zapatos con hoja de acero, un pintalabios-pistola y una pulsera lanza dardos.
La comisaria de la muestra, Alexandra Midal, destaca que la elección del nombre “Top Secret” en lugar de “Los Espías” tiene como objetivo desmantelar la idea de que el espionaje es un mundo exclusivamente masculino. En esta sección se exhiben álbumes personales de la mujer real detrás del personaje de espía Mata Hari. También se presentan obras de arte como el retrato de Greta Garbo realizado por Andy Warhol, ya que las acusaciones de espionaje relacionadas con la actriz la incluyen en la categoría de actrices espías.
Antes de iniciar el recorrido, los visitantes son recibidos por una lámpara de araña que parpadea en código morse. La activación de la luz transmite un mensaje codificado publicado en 1949 para introducir a los visitantes en el mundo secreto de las cámaras ocultas en un encendedor, una caja de cigarrillos o un reloj.
La evolución del espionaje llega hasta las series de televisión actuales, como “Homeland”, cuya bomba (de utilería) forma parte de la exposición. En esta sección se aborda el control mental y el lavado de cerebro a través de una sala de tortura en forma de cuadrilátero, donde las imágenes se repiten cuarenta veces en un espacio de tres metros cuadrados. La sección final trata el fenómeno del ciudadano espía, mostrando y denunciando a través de proyecciones de documentales como “Citizenfour”, que describe el perfil del espía contemporáneo.