El Palacio de Cibeles, actual sede del Ayuntamiento de Madrid, se inauguró en 1.919 como Central de Correos, Telégrafos y Teléfonos.
Se utilizaron 30.000 metros cuadrados de terreno pertenecientes a los Jardines del Buen Retiro. Su estilo modernista y su fachada de piedra blanca de Novelda, con toques neoplaterescos, junto a su magnífica situación frente a la Diosa Cibeles, lo convirtieron en uno de los favoritos de los madrileños.
A finales del siglo XX el servicio de correos y telégrafos empezó a decaer, por lo que a principios del siglo XXI se convierte en la sede del Ayuntamiento de Madrid.
El interior de este magnífico edificio es una obra de arte en su totalidad, desde el gran vestíbulo de entrada hasta la gran bóveda acristalada.
También se puede subir a la séptima planta del torreón central para disfrutar de una bellísimas vistas de Madrid.
Y ahora una pequeña anecdota: En los años 30 del siglo XX, todas las personas que llegaban a Madrid de otras provincias querían visitar el Palacio de Cibeles. Se comentaba lo grandioso que era y la amplitud de su entrada.
El hombre entró por aquellas puertas giratorias de cristal, pero no salió al gran vestíbulo sino que dió la vuelta completa y volvió a salir a la Plaza de Cibeles. Y dijo: ¡VAYA PATIO, YA ME DECÍAIS QUE ERA GRANDE PERO ES ENORME!
Esa anecdota se ha contado durante años y siempre sonreimos con ella.