En el barrio de Malasaña hay una leyenda negra que destaca entre las demás y se sitúa en un edificio de 140 años.
En el número 3 de la calle Antonio Grilo de Madrid existe una casa conocida como La Casa Maldita por los acontecimientos que allí ocurrieron.
En los años 40 del siglo XX, un camisero que vivía en el piso principal del edificio fue asesinado en extrañas circunstancias. Tenía un mechón de pelo en una de sus manos y la casa estaba revuelta. Se supuso que había sido víctima de un robo.
En el año 1.962 en uno de los pisos vivía un sastre. Este mató a su mujer y a sus cinco hijos y llamó a la policia contando lo que acababa de hacer. Cuando los agentes llegaron al domicilio, el asesino se negó a abrir si no traían a un padre Carmelita. Cuando llegó el padre Celestino, pudo hablar con él desde el edificio de enfrente y consiguió que se confesara a través del teléfono. Después se suicidó y nunca se supieron con certeza las causas que le llevaron a cometer estos crímenes.
Pero no fueron estos los únicos crímenes cometidos en La Casa Maldita. Sólo habían pasado dos años cuando una joven soltera mató a su hijo recien nacido para “ocultar su deshonra”. Lo ahogó, envolvió el cadáver en una toalla y lo metió en el cajón de una cómoda. Fue la hermana de la infanticida quien lo encontró.
Este es sólo uno de los edificios malditos de Madrid, pero hay algunos más.