El «Gran Café Gijón» es famoso en Madrid y en toda España por las tertulias y los personajes que por allí pasaron durante el siglo XX.
Se inauguró en 1.888 por un asturiano que compró un gran local en el Paseo de Recoletos, 21
En aquellos años los cafés estaban de moda y muchos tertulianos pasaban horas debatiendo de lo divino y de lo humano, mientras tomaban un café o un agua de cebada.
Esas mesas de mármol han sido testigos de conversaciones de Valle-Inclán, Ramón y Cajal o Pérez Galdós.
Antes de la Guerra Civil ya era uno de los mas concurridos por políticos de todas las tendencias que, desde allí querían arreglar el país que se estaba destruyendo.
A partir de 1.936, el Café Gijón se convirtió en cuartel de milicianos. El Café quedó destrozado y cuando acabó la contienda y se volvió a abrir al público, aparecieron por allí caras nuevas: Jardiel Poncela, Eugenio d’Ors o Camilo José Cela.
Artistas y escritores eran asiduos al Café Gijón. No siempre tenían dinero y solían pedir algún préstamo al cerillero, que se lo daba gustosamente. Algunos no podían permitirse mas que pedir agua y bicarbonato, ya que era lo único gratis. Y con eso pasaban la tarde.
Mediado el siglo XX, los tertulianos convencieron a su entonces dueña, Encarnación, para que reformará el local, que seguía con un aspecto destartalado. Se cambiaron las lámparas de gas por eléctricas, se revistió con madera las paredes y se le dió un aspecto mas señorial.
En los años siguientes eran habituales Fernando Fernán Gómez, Truman Capote, Orson Welles, Ava Gardner, Francisco Umbral y muchas mas figuras de la farándula o de la literatura española.
El «Gran Café Gijón» es historia de Madrid. Es el sitio en el que se ha discutido, se ha dialogado y se ha conspirado.
Su terraza en el Paseo de Recoletos es una de las mas concurridas de Madrid.